martes, 14 de febrero de 2012

La esencia de un ídolo: Por Juan Guzmán

Familia lectora, les doy un cordial saludo.
Mi nombre es Juan Guzmán y tengo una afición muy grande por todos los deportes, principalmente el fútbol soccer, el baloncesto y el fútbol americano. Estaré colaborando en este innovador sitio todos los martes con una opinión, un comentario o con una anécdota que brinde un enfoque distinto al ámbito deportivo.
Mi primera columna la quiero dedicar al mejor jugador del mundo. Por extraño que parezca, no lo considero el mejor por sus grandes jugadas.
Características de un ídolo
Como ser humano normal, tengo grandes ambiciones, sueños por cumplirse y expectativas altas. Con esto, una idea que viene a mi mente es la de poder tener en un futuro un fondo monetario suficiente con el cual pueda de vez en cuando darme alguno que otro lujo, aunque sea un tanto simple, como comprarme alguna prenda, o algo que me guste en una plaza comercial. Seguramente los futbolistas, ya sea en formación o en el máximo circuito, tienen un sueño similar, sólo que el de ellos va acompañado de fama y éxito mundialmente reconocido; esas son sus principales metas.
Para esto, quiero poner de ejemplo a dos futbolistas que cualquier persona, incluso aquellas que repudien al fútbol o que les interese lo mismo que ver las manecillas del reloj, reconocen al escuchar su nombre. El primero de ellos es Lionel Messi.
Cuando se descubrió a la temprana edad del astro argentino que tenía un talento excepcional para el fútbol soccer, los reflectores apuntaron hacia él. Cuando es contratado por el FC Barcelona, el hábil delantero obtuvo el sueño de muchos en magnitud triple (y eso quedándome corto).
Con la meta cumplida a tan temprana edad y con el desarrollo futbolístico que ha tenido, han llegado millones y millones de dólares a sus cuentas bancarias. Lo más interesante no es saber las cantidades, sino, ¿cómo ha cambiado Lionel Messi al obtener tal cantidad de dinero? En resumidas cuentas, el argentino ha podido darse muchos lujos, pero además, le apasiona poder ayudar a la gente de escasos recursos, y esto es demostrado no sólo con su Fundación de ayuda a niños con metas grandes maniatados por la falta de efectivo, sino también con sus donaciones a clínicas de salud, orfanatos y centros de rehabilitación.
Lo anterior no hace a Messi un dios, eso lo tengo bien claro, solamente quise resaltar su humildad, ya que no anda alardeando de su gran talento o sus abultadas ganancias. Es por esa última característica, que me declaro un admirador de la estrella del Barcelona.
Dicho esto, quisiera ahora comentar qué ha pasado con un jugador de características deportivas similares; y este es el portugués Cristiano Ronaldo, conocido por muchos como el ‘guapo, rico y buen jugador’. En este mundo, la soberbia es correspondida por la antipatía, y esto le ha ido pasando factura al jugador luso.
Yo no le voy a negar que el tipo es rico, su sueldo en Real Madrid avala sus palabras. Imposible decir que no es un buen jugador, pues su calidad la prueba semana a semana con jugadas de fantasía. Es más, no le voy a negar que tiene un buen aspecto. Lo que si le voy a negar, es la entrada a la lista de mis ídolos.
El comportamiento del portugués es el de una persona subidita a causa de la fama y el dinero. Yo no soy nadie para juzgar lo que haga con sus ganancias, el sabrá en qué le satisface despilfarrar su dinero, sin embargo, me llama la atención que las pocas donaciones que ha hecho a los necesitados, han sido por parte de un obligado solidario con el Real Madrid.
En apariencia lo único que le importa es él mismo. Constantemente se compara de forma indirecta con Lionel Messi cuando jamás podrá llegar a su altura (ojo, no dije estatura).
Un gran jugador es aquel que hace dribles, jugadas de fantasías, túneles extraordinarios o goles de otra dimensión, pero un ídolo, es aquel que conquista a la afición dentro y fuera de la cancha. Por razones como esta jamás podré sentir una gran alegría cada que hace algo interesante en la cancha Cristiano Ronaldo, tal vez esto último ya sea algo más personal. Por esto mismo, Hugo Sánchez no tiene mi admiración. Por razones como esta, Javier Hernández ha llegado al corazón de México y de Inglaterra, mientras que Luis Suárez está en boca de muchos por sus lamentables actos.
Espero que en los siguientes años Lionel Messi continúe haciéndole sombra a Cristiano Ronaldo. Los futbolistas en formación deben crecer con su ejemplo. El dinero y la fama cambian a las personas, eso es indiscutible, pero la elección de ser luz, recae en el comportamiento de cada uno.
...
Familia deportiva, semana a semana esperaré y leeré sus comentarios.

Juan Guzmán
Twitter: @GuzmanGasso

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