Quién dijo que nuestro país tiene problemas para reciclar, si en el fútbol somos sin duda líderes del reciclaje. Los materiales reutilizados esta vez se llaman Sergio Bueno y Ángel David Comizzo, quienes han llegado al banquillo de San Luis y Querétaro respectivamente, dos técnicos de calidad… ¿comprobada?
Yo sé que ninguno de estos técnicos ha destacado en el fútbol mexicano. Sergio Bueno lleva 10 equipos dirigidos previos a San Luis, de los cuales lo único destacado ha sido con Atlas. No, no llegó a ninguna final ni los hizo campeones, solamente es de llamar la atención que duró dos años en su puesto. Curioso es que el último equipo que descendió, lo hizo bajo sus órdenes. Probablemente no fue su culpa, pero habla mucho del poco prestigio que tiene este estratega.
Ángel David Comizzo es otro elemento de reciclaje. Al parecer, Querétaro puede acudir a él cuando no tiene a nadie más. Caso parecido al que tenía (o tiene) Eduardo Acevedo con los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Los números con Comizzo para los Gallos Blancos no fueron nada afortunados y de sus 17 partidos dirigidos sólo ganó cinco. Es un técnico que tiene posibilidades de sacarlos de nuevo de zona de descenso, pero si ya vieron que pueden llegar a Semifinales, ¿por qué caer en esta mediocridad?
En México la bipolaridad alimenta el reciclaje. Mientras unos medios lanzan comentarios como “no sé como no lo han corrido”, hay muchos otros que dicen que deberían apostar por la continuidad. Yo siento que la presión que se ejerce públicamente sobre las directivas repercute bastante.
En fin, aquí seguiremos santificándonos si corren a un Director Técnico tras cinco partidos, mientras en países como Inglaterra ponen el grito en el cielo si no les dan más tiempo de trabajar, aunque ya lleven casi nueve meses en el cargo, como fue el caso de André Villas-Boas.
Lo grave a lo mejor no es apresurarse por resultados; a fin de cuentas tenemos un nivel futbolístico mucho más bajo, y por ende, la necesidad de un nivel óptimo hace tomar las decisiones de poner un nuevo técnico. En esta desesperación, en vez de buscar a alguien adecuado, las directivas toman el menú de técnicos y el que suene más bonito es llamado a dirigir el equipo.
No es por ahí estimados directivos y dueños de equipos, pero bueno, ya cada quien sabrá si apostarle al reciclaje de alguien que no ha servido o apostar por tomarse el tiempo de decidir quién podría hacer una labor adecuada al mando.
Juan Guzmán
Twitter: @GuzmanGasso
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