Con la final de la Concachampions a la vuelta de la esquina,
hoy quiero escribir acerca del recuerdo de uno de los partidos que más he
disfrutado desde que veo el fútbol mexicano.
Ocurrió el 20 de septiembre del 2003 en el estadio Corona,
Santos recibía al Monterrey en medio de un partido que pocos imaginaban que
estaría plagado de goles para ambos bandos.
Al minuto 10, Héctor López abrió el marcador para los de La
Comarca con un gol de cabeza, sin embargo, poco tiempo después, los Rayados de
Monterrey se irían arriba con dos goles en sólo dos minutos, lo cual hacía que
se vislumbrara un gran partido de fútbol y que lo mejor estaba por venir. Antes
de que culminara el primer tiempo, Johan Rodríguez anotó el del empate y se
estancó un poco el encuentro.
Para la segunda mitad, vendrían minutos históricos para
alguien que actualmente no ve ni la sombra de lo que era antes. Guillermo
Franco, antes amado por muchos, hoy detestado por varios mexicanos luego de
Sudáfrica 2010, anotó un par de goles que pusieron arriba al Monterrey 2-4.
Posteriormente, el mítico Alex Fernández anotó el quinto para Rayados, con lo
cual, parecía que había un peso imposible de levantar para el cuadro de La
Laguna.
Afortunadamente para Santos, el siempre polémico Guillermo
Franco anotó su tercer gol del juego, pero esta vez fue en propia meta. Con
eso, las esperanzas de los Guerreros para empatar volvían a presentarse.
Faltando siete minutos para el final, Jared Borgetti puso el
4-5 con el que Santos mantenía a tope sus esperanzas de conseguir el empate, el
cual llegaría al minuto 95 con un
soberbio remate de cabeza. El encargado de empujar el balón al fondo de las
redes fue ni más ni menos que Vicente Matías Vuoso, en lo que fue su primer gol
en México.
Tiene mucho tiempo que no veo un partido con una cantidad
similar de goles y con tanta intensidad. Lo más cercano fue un empate a cuatro
goles entre Toluca y los recién descendidos Estudiantes.
Sea con liga premier o no, anhelo partidos de este estilo,
que dan mucho más de qué hablar que se un sistema camionero con el sello del ‘Tuca’.
Ojalá muchos técnicos se animen a seguir buscando goles. Eso haría que el
fútbol mexicano sea menos tedioso que observar un empate a dos goles entre San
Luis y Querétaro, o una victoria sin sabor de Pumas sobre el Atlante.
Si Michel Platini encuentra la fórmula para hacer más
interesante el fútbol, que no oplvide el ingrediente principal… los goles.
Juan Guzmán
Twitter: @GuzmanGasso
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