martes, 10 de abril de 2012

El Banderazo de Gasso “Del ardor y otros demonios”, por Juan Guzmán

Con dos clásicos recién transcurridos, uno más importante que el anterior, el ardor en los aficionados del conjunto rival no se puede hacer esperar. Claro, no todos; hay algunos que si toman con filosofía al fútbol como lo que es… un juego; sin embargo, hay muchos que se van por el lado más feo de la rivalidad.

Como aficionado chiva, acepto que fue divertida la ocasional broma sobre la victoria del Rebaño la ocasión pasada por 3-1. Ahora que estoy del otro lado, otras personas gozan de esa diversión y uno ‘aguanta vara’, y es padre, a fin de cuentas es la esencia del fútbol. El detalle es cuando se rebasa la línea de la burla para pasar a lo que se llama provocación.
Mucha gente no entiende eso. Algo bueno de los clásicos es poner a prueba la capacidad para aguantar en caso de resultar perdedor, sin embargo, también está a prueba la capacidad de manejar la victoria.
¿Dónde está el límite de la burla? ¿A partir de dónde deja de ser chistoso todo? ¿En qué momento comienzan las fricciones? Como aficionado, daré mi punto de vista de ambos lados, a fin de cuentas, me ha tocado varias veces vestirme de vencedor y muchas otras sentarme en el banquillo de los perdedores.
Cuando me ha tocado ganar, personalmente tiendo a no hablar mucho de esto con alguien. Evito el momento (o lo desaprovecho, algunos dirían), sin embargo, creo que el tacto para hacer una buena broma respecto a la derrota del contrario es vital. A su vez, la moderación es clave para que el fútbol no pase de una simple rivalidad a algo más personal.
En ocasiones como la de ayer, opto por el lado que creo que es mejor: reírse de uno mismo. Con comentarios como “Cómo te extraño Navarrete” o “A fin de cuentas ganamos algo… se llenó el Omnilife” tiendo hasta a disfrutar las derrotas. Sin embargo, como todo, cuando una persona no controla su algarabía si llega a ser molesto y la paciencia se pone a prueba.
Fabuloso lo que puede hacer un partido mediocre. Eso fue a fin de cuentas. El San Luis vs Jaguares fue mejor, pero años de historia respaldan la rivalidad.
Lo importante es que no salgan de ahí. Chivistas, la vez pasada les tocó ganar; hoy les toca usar la cabeza  y tomarlo con sabiduría. Americanistas, la vez pasada aguantaron de todo, hoy les toda disfrutar. Todo con medida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario